Descripción

Los grandes blancos riojanos tienen un origen preferente: la Rioja Alavesa. Sobre todo, por los menores rendimientos de sus viñedos y la incorporación de la histórica malvasía. Con esta uva que aporta volumen, estructura y sus toques silvestres, logra combinándose con la viura un vino de mayor profundidad y complejidad. Su condición de fermentado en barrica permite la actuación de las lías finas que se funden con las moléculas especiadas del roble. Los viñedos cuentan con una antigüedad de 20 años, suficientes para mostrar sus características varietales. Sus suelos de componente calizo añaden finura y expresión

Elaborado con un porcentaje mayor de uva Malvasía y un poco de Viura, la uva fue vendimiada a mano, racimo a racimo. Después del proceso de selección se pasó al despalillado para realizar más tarde la maceración en frío durante 24 horas. Las uvas se prensaron suavemente y fueron transferidas directamente a barricas nuevas de roble francés y americano para una fermentación alcohólica lenta durante 25 días. Más tarde, fue envejecido en barricas nuevas de roble americano durante 80 días con sus lías agitándose periódicamente para intensificar sus aromas que, junto con el apoyo de la madera, le dieron al vino una complejidad sin perder equilibrio.

Su color es pajizo brillante con un aroma potente y complejos con notas de flores blancas, hierbas secas y matices ahumados del roble bien combinados con fruta blanca madura. La entrada en boca suave y fresca con una acidez bien integrada, de paso de boca amplio y sabroso, dejando un final una sensación agradable y fresca.